Conocida como “La Latina” debido a su dominio del latín, Beatriz Galindo fue una mujer apasionada por la cultura y el conocimiento. Su familia puso interés en que aprendiera esta lengua, con el fin de que posteriormente tomara los hábitos. Pero el destino tenía reservada otra vida para ella, y el idioma por el que mostró tanta pasión le abrió las puertas de la corte, convirtiéndose no solo en maestra de la Reina Isabel I, sino también en su confidente.
La infancia de Beatriz Galindo en Salamanca
Monumento a Beatriz Galindo en Navalcarnero (Madrid) |
Beatriz nace en el seno de una familia de origen aristocrático, pero que había perdido parte de su riqueza debido a la precariedad del momento. Se sabe que su padre era de origen italiano, y que Beatriz seguramente tomó el apellido Galindo de su madre o abuela.
Mujer de gran inteligencia, desde temprana edad siente pasión por el estudio, una vocación que la acompañaría toda su vida. Sobresale su aptitud innata para el aprendizaje del latín, que la lleva a expresarse en dicha lengua con una fluidez fuera de lo común.
A los 16 años ya es una auténtica experta en textos clásicos, manifestando una predilección especial por Aristóteles. Algunas hipótesis apuntan a que Antonio de Lebrija, hombre culto y autor de la primera gramática española, fue profesor suyo.
Su dominio del latín traspasa las fronteras locales, y sus contemporáneos comienzan a reconocerle sus méritos, a pesar de su condición de mujer. Es por aquel entonces cuando pasa a ser conocida como “La Latina”.
Un cambio en su destino, de monja a maestra de reinas
La reina Isabel es consciente de que el dominio del latín es prioritario para las actividades diplomáticas, además de ser el idioma para “hablar con Dios”, por lo que no duda en reclamar la presencia en palacio de aquella mujer que todos conocen como “La Latina”.
Beatriz llega a la Corte con 21 años, y a partir de ahí su vida y su destino cambiarán para siempre. Se convierte en la primera mujer dedicada a la docencia en España, siendo maestra no sólo de Isabel I, sino también de sus hijas, quienes posteriormente llegarían a ser reinas en Europa.
Estación de metro de Madrid |
Beatriz llega a la Corte con 21 años, y a partir de ahí su vida y su destino cambiarán para siempre. Se convierte en la primera mujer dedicada a la docencia en España, siendo maestra no sólo de Isabel I, sino también de sus hijas, quienes posteriormente llegarían a ser reinas en Europa.
Aunque recibe el tratamiento de “criada” o “moza”, entabla con la reina una relación más intima convirtiéndose en su asesora y amiga personal, compartiendo ambas la pasión por la religión católica.
El enlace entre Beatriz Galindo y El Artillero
Beatriz no muestra mucho interés por buscar marido, así que los Reyes Católicos intentan encontrar el hombre idóneo para ella. Francisco Ramírez es el elegido, más conocido como El Artillero, un hombre de absoluta confianza para los monarcas.
Beatriz y Francisco contraen matrimonio en 1491 y fruto de su amor nacen Fernán, que es apadrinado por el rey Fernando, y Nuflo.
Pero la tranquilidad y felicidad de Beatriz dura pocos años, ya que El Artillero muere en el campo de batalla dejándola viuda con tan sólo 36 años.
Beatriz Galindo, escritora y benefactora de los pobres
Tras fallecer su marido, Beatriz se entrega al cuidado de sus hijos, a su trabajo en la corte, a su pasión por el estudio y a ayudar a los más desfavorecidos.
Como mujer independiente administra su hacienda, funda mayorazgos para sus hijos, crea varios conventos y también el Hospital de los Pobres, después conocido como de “La Latina”. Siempre fue consciente de la importancia del trabajo y el esfuerzo.
Placa de la calle Beatriz Galindo en la ciudad de Madrid |
Como mujer independiente administra su hacienda, funda mayorazgos para sus hijos, crea varios conventos y también el Hospital de los Pobres, después conocido como de “La Latina”. Siempre fue consciente de la importancia del trabajo y el esfuerzo.
Como escritora, se le atribuyen su testamento, el estudio de “Notas y Comentarios” sobre Aristóteles, dos cartas en latín y algunos poemas que pudieron haber sido conocidos en su época.
El final de su vida
Cenotafio de Beatriz Galindo en Madrid |
Escribe su testamento donde deja constancia de su voluntad para su funeral, expresando textualmente que quiere que su sepelio sea “como el de un pobre de los que mueren en el hospital”. Beatriz fallece en 1534, en el convento Concepción Franciscana en el que había pasado la última década de su vida.
Beatriz Galindo ha pasado a la historia por su sabiduría y su conocimiento del latín, por su amistad con la reina Isabel I y por su carácter solidario. Hoy día, su recuerdo sigue presente en uno de los barrios más famosos de Madrid que lleva su nombre: “La Latina”.
Gracias a Miguel Molina por ceder su fotografía de la "Calle de Beatriz Galindo" para ilustrar este artículo.
Gracias a Miguel Molina por ceder su fotografía de la "Calle de Beatriz Galindo" para ilustrar este artículo.
Olga Fuentes - Derechos Reservados
Para saber más:
Beatriz Galindo
Beatriz Galindo, La Latina: Maestra de reinas. Almudena de Arteaga. Editorial Algaba
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