Johann
Sebastian Bach crece en una familia de músicos, y desde pequeño está acostumbrado
a ver instrumentos musicales y partituras en su casa. También los alumnos de su
padre llenan el hogar, ya que era costumbre en aquellos tiempos que vivieran en
el domicilio del maestro durante la temporada de estudio, realizando la labor
de copistas para colaborar en los gastos.