domingo, 14 de agosto de 2016

Aleister Crowley: el mago negro

Edward Alexander Crowley, más conocido como Aleister Crowley, nace en octubre de 1875, en Warwickshire, Inglaterra. Fue un personaje extraño, carismático y que, en plena era victoriana, rompió todos los moldes y escandalizó a la sociedad. Se le conocía con diferentes apelativos, como “La Bestia 666” o “El hombre más perverso del mundo”.

Su familia poseía una buena posición económica y pertenecía a un grupo religioso denominado “Los hermanos de Plymouth”, de ideas rígidas y radicales, donde los libros sagrados eran lo primero y lo único.

Su padre fallece cuando Aleister tiene tan solo once años y su madre, imbuida en sus rigurosas creencias religiosas, jamás le da al niño un abrazo, un beso, ni le muestra afecto de ningún tipo. Asimismo, no le permite leer otro libro que no sea la Biblia.

El joven Crowley lo soporta mientras no tiene más remedio, pero cuando llega a la adolescencia comienza a alejarse de aquel ambiente sofocante y represivo. Su madre, al ver la libertad con la actúa su hijo y lo poco que le importa la religión, le pone el apelativo de “La gran Bestia”, identificándole con la Bestia del Apocalipsis.

Aleister es un hombre polifacético, escribe, hace deporte, juega al ajedrez, le interesa la astrología y devora libros, lo que le lleva a atesorar una gran cultura. Se crea una personalidad atractiva y magnética, siempre contra corriente, que no deja indiferente a nadie. Y comienza a tener un grupo de seguidores.

Aleister Crowley

A los 23 años se une a la Golden Dawn, una Orden esotérica muy popular en Inglaterra, y allí decide que su futuro debe ser el de la magia y el ocultismo. Estamos en 1898.

Otra de las facetas de Crowley es la de viajero, estuvo en París, El Cairo, China, Marruecos, Túnez, España, Italia, México, Chile, Nueva York, India, Birmania, Argentina y Canadá.

Empieza a tener visiones y en el año 1904 asegura que se le aparece Aiwass, una entidad que no es de este mundo. Comienza a practicar la escritura automática y es así como nace un pequeño libro, al que titula “El libro de la ley” y cuya única norma es “Haz lo que quieras”. Lo publica ese mismo año y a partir de ese momento comienza a tener problemas con la Golden Dawn, por lo que decide marcharse.

Crea la Abadía de Thelema, en Cefalú, Sicilia, y va de escándalo en escándalo. Sus orgías sexuales son famosas, incluso se dice que participan menores de edad. Su coqueteo con las drogas tampoco es bien visto, y su declarada bisexualidad levanta muchas ampollas en una época tremendamente puritana. Practica la magia negra, y la magia roja para sus ritos sexuales. Hasta que en un ritual muere uno de los discípulos y es expulsado de Italia por el gobierno de Mussolini. Más tarde también será expulsado de Francia.

Después de su peregrinar por el mundo, fallece en 1947, a los 72 años de edad. Según la madre de su hijo, Patricia MacAlpine, la tormenta aullaba en el exterior cuando partió de este mundo, y ella pensó que “eran los dioses que le saludaban”.


Beatriz Moragues - Derechos Reservados


2 comentarios:

  1. Supongo que el hecho de haber crecido sin cariño, sin un abrazo, ni un beso, marca a la persona. No conocía esta historia. Gracias por compartirlo. Un saludo

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    1. Sin duda, ese tipo de circunstancias tienen que marcar a una persona para siempre. Gracias por tu comentario, Nuria. Saludos!!

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