Charles
Dickens reflejó en sus novelas a la Inglaterra del siglo XIX, en plena
Revolución Industrial y repleta de desigualdades sociales. Autor de Oliver
Twist y de Grandes Esperanzas, sus libros alcanzaron ventas nunca vistas hasta
ese momento.
Nace el
7 de febrero de 1812, en el Condado de Kent. Su familia es de clase media,
aunque venida a menos por la actitud de su padre, un hombre derrochador y que
no controla el gasto. Todos los bienes del hogar acaban en la casa de empeño,
incluso grandes libros que Charles había visto desde su infancia, como el
Quijote. Esa situación provoca que el niño no pueda acudir a la escuela hasta
la edad de nueve años, algo que siempre le pesó como una losa y que sus
críticos le echarían en cara más de una vez en su faceta de escritor.
La situación familiar está cada vez más deteriorada, hasta que el padre ya no puede hacer frente a las deudas de ninguna manera y es encarcelado. Toda su familia va con él, algo usual en aquella época, durmiendo incluso en la misma celda. Pero Charles no corre esa suerte, tiene ya doce años y puede trabajar. Estamos en 1824 y empieza una etapa que el futuro escritor siempre recordará con horror.
Encuentra trabajo en una fábrica de betún, y está obligado a trabajar entre diez y catorce horas diarias, por unos pocos chelines y un trozo de pan. En el siglo XIX los niños vivían una verdadera situación de esclavitud y se les exigía realizar tareas impropias de su edad. Dickens rechazaría ya de adulto siempre la esclavitud y lucharía contra ella, porque esos años de su vida quedaron grabados a fuego en su memoria.
Su
familia seguía en presidio, pero eso cambió repentinamente cuando su abuela
paterna falleció, dejando una pequeña herencia a su padre, lo que le permitió
pagar sus deudas y recobrar la libertad. Charles esperó esperanzado poder
escapar de su terrible trabajo, pero se llevó una gran desilusión que también
le dejaría huella toda su vida, sus padres no fueron a por él y tuvo que
continuar encerrado en ese pútrido mundo, dejando su infancia aparcada un día
sí y otro también.
Charles Dickens cambia de vida
Pero esa
época pasa por fin y se traslada a Londres con su familia. Estamos en 1827,
Charles tiene quince años y empieza a trabajar de secretario en un bufete de
abogados, y poco a poco comienza a recuperar sus sueños y su pasión por
escribir. Es en esos días cuando decide que quiere ser periodista, sabe que no
es una profesión muy bien remunerada, pero también es consciente de que le
proporcionara prestigio.
Charles Dickens en su escritorio |
Dos años
más tarde estudia taquigrafía y eso le abre las puertas del Parlamento, le
ofrecen un trabajo y sobresale por sus buenos artículos. Un par de años más
tarde ya todos le conocen y además comienza a escribir en el periódico de un
tío suyo.
En la
primavera de 1836 contrae matrimonio con Catherine Thompson, con la que tiene
diez hijos. Ya se ha convertido en un periodista de éxito.
Algunas obras de Charles Dickens
- Oliver Twist.
- La tienda de antigüedades.
- Cuento de Navidad.
- David Copperfield.
- Tiempos difíciles.
- La pequeña Dorrit.
- Grandes esperanzas.
- Nuestro común amigo.
Última etapa de Charles Dickens
Después
de 22 largos años de matrimonio, se separa de su mujer por sus relaciones con
una joven actriz de 18 años, aunque se dice que ya antes había tenido varias
amantes.
En 1865
se ve involucrado en un accidente ferroviario, donde está a punto de perder la
vida. Se recupera, pero su salud ya no volverá a ser la misma de antes.
En mayo
de 1870, la reina Victoria le recibe con todos los honores, y apenas un mes más
tarde sufre una hemorragia cerebral y fallece al día siguiente. Tenía 58 años.
Cinco días más tarde fue enterrado, en una ceremonia privada, en la Abadía de
Westminster.
Charles
Dickens estuvo en contra de la esclavitud y de la pena de muerte, defendió a
las prostitutas, afirmando que debían tener derechos y ser tratadas como personas.
Luchó para que los derechos de autor de los escritores fueran reconocidos y fue
la primera persona que utilizó la palabra “detective” en una de sus novelas. Su
pasión fue escribir, contar historias, y fue reconocido y aplaudido por sus
lectores.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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