La serpiente es un animal ambivalente, que ha encarnado significados opuestos en distintas culturas a lo largo del tiempo. En Occidente, su imagen se ha vinculado al mal y a la tentación, mientras que en Oriente representa la sabiduría y el renacimiento. Con su sinuoso movimiento, este enigmático reptil acompaña al ser humano en su tránsito hacia el inframundo y está estrechamente ligado a divinidades femeninas relacionadas con la naturaleza y la agricultura.
Esculapio y el don de curar
Esculapio, conocido como Asclepio por los griegos, es el mítico creador de la medicina, dotado de la asombrosa facultad de curar enfermedades y devolver la vida a los muertos.
Hijo de Corónide y de Apolo, es fruto de un amor marcado por la tragedia. Corónide traiciona a Apolo con un mortal y Artemisa, hermana del dios, la mata por su infidelidad. Cuando Apolo se entera, en un acto de desesperación, saca al niño del vientre de su madre antes de que también muera. El pequeño, es entregado al sabio centauro Quirón, quien se encargará de su educación, preparándolo para el destino que le aguarda.
Bajo la tutela de Quirón, Esculapio se adentra en el arte de la sanación, dominando la creación de filtros, el uso de hechizos, la preparación de pócimas y la práctica de complejas intervenciones quirúrgicas. Como muestra de su apoyo, la diosa Atenea le entrega un brebaje extraordinario, que proviene de la sangre de un temible monstruo. Su poder es doble: si se extrae del lado derecho de la criatura, se convierte en una poción capaz de sanar y hasta devolver la vida; pero si proviene del lado izquierdo, se transforma en el más letal de los venenos.
A partir de ese momento, Esculapio consagra su existencia a la humanidad, sanando a los enfermos e incluso devolviendo la vida a los muertos cuando es necesario. Sus prodigiosos actos no tardan en llegar a los oídos de Zeus, que enfurecido ante la posibilidad de que los humanos alcancen la inmortalidad reservada a los dioses, decide poner fin a su vida. Sin embargo, en lugar de viajar al inframundo, Esculapio se transforma en el dios protector de la Tierra y queda inmortalizado en el cielo como la constelación de la Serpiente. Su emblema, una serpiente enroscada en un bastón, sigue representando el poder de la sanación.
La serpiente en el antiguo Egipto
En el antiguo Egipto, la serpiente también era un símbolo ambivalente, representando tanto la protección y la regeneración, como el peligro y el caos.
Las diosas femeninas de la Ogdóaba, representaban el caos que existía antes de la creación. Sin embargo, el caos no se entendía como algo negativo, sino necesario para que la creación del cosmos pudiese surgir, bajo el mandato de dioses solares como Ra.
Pero la gran serpiente de la mitología egipcia es Apophis, que encarna la destrucción y el caos. Es el eterno adversario de Ra, el dios Sol, y así se plasma en innumerables papiros funerarios y tumbas, reflejando su eterna lucha contra la luz. Al caer la tarde, aguarda con impaciencia la llegada de Ra, buscando derrotarlo y evitar su renacimiento al amanecer. Si embargo, cada día es vencido en el combate, pero como es inmortal, renace una y otra vez, perpetuando así su batalla sin fin.
La victoria diaria del dios Sol sobre la serpiente es esencial para que la vida continúe en la Tierra. A su vez, el eterno renacer de Apophis garantiza que la lucha entre el bien y el mal se mantenga, preservando el equilibrio cósmico que rige el universo.
La diosa Mawu y la serpiente
La tribu Fon, originaria del antiguo reino de Dahomey, en la actual Republica de Benín, veneraba a Mawu, la diosa de la calma, la luna y la noche. Según sus creencias, Mawu, junto a su pareja divina y la serpiente sagrada, dio forma al mundo, tejiendo el cosmos con su poder creador.
La serpiente llevó a Mawu a recorrer la Tierra. Fue entonces cuando la diosa se percató que el mundo era demasiado pesado y corría el riesgo de hundirse en las aguas. Para evitarlo, ordenó al reptil que descansara sobre el mar, y sobre su firme y poderosa silueta, Mawu colocó la Tierra, asegurando su estabilidad en el cosmos.
Algunas leyendas sostienen que la serpiente dio forma a las cascadas y ríos que recorren el mundo, mientras que otras tradiciones afirman que fue la diosa Mawu quien creó las aguas, ofreciendo a la serpiente un refugio donde pudiera nadar y descansar.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
Para saber más
Serpientes en la mitología
Dioses serpientes en civilizaciones antiguas
La leyenda de Mawu-Lisa
Serpientes: ni dioses ni demonios
Dragones: Serpientes, lagartos, dragones y otros engendros de la mitología
Hola, Beatriz, curioso artículo, la última parte, la de la diosa Mawu no la conocía, me ha gustado.
ResponderEliminarNormalmente cuando los animales son "feos" siempre se colocan del lado malo y, quizá, tienen más cualidades buenas que malas, aunque a los humanos no nos gusten.
Un abrazo. :)
Hola, Merche. Muchas gracias por tu comentario. Me alegro que el artículo te haya aportado algo nuevo con la historia de Mawu.
EliminarTienes toda la razón, muchas veces los animales que consideramos "feos" o inquietantes cargan con una mala reputación injusta. En el caso de la serpiente, su imagen también ha estado muy influenciada por la religión, especialmente en las tradiciones judeocristianas, donde se la ha asociado con el engaño y el pecado.
Un abrazo 🤗
Hola Beatriz, después de leer tu artículo, parece que las serpientes no son tan malas, será que por dar repelús se les da peor fama. Me ha gustado esa parte que según del lado que se extrae podía curar o envenenar. Me ha encantado la entrada.
ResponderEliminarUn abrazo grande🌹🤗
Hola, Dakota. Muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado el arti. La criatura cuya esencia podía tanto sanar como destruir era una de las Gorgonas, creo que Medusa. Según la mitología, su sangre tenía propiedades opuestas: la del lado derecho podía curar y otorgar vida, mientras que la del lado izquierdo era mortal y venenosa. Y, por supuesto, su mirada era su arma más temible, capaz de convertir en piedra a cualquiera que osara mirarla directamente.
EliminarUn abrazo mitológico 🤗
¡Hola Beatriz! De verdad que me dejas con ganas de más y de introducirme de nuevo en aquello del estudio, que quedó años atrás y no debe culminar nunca, pero sí hay temas que dejamos un poco de lado por mirar otras cosas. Y como dice Merche, detalles que no conocíamos. ¡Te seguimos leyendo! Un abrazo 🤗
ResponderEliminarHola, Maty. Qué bueno saber que mi artículo te ha despertado esas ganas de seguir explorando y aprendiendo. Es cierto que hay temas que dejamos de lado en ciertos momentos, pero qué bonito es poder redescubrirlos con una nueva mirada.
EliminarY tienes razón, el aprendizaje debería ser un camino continuo, pero no siempre todos tienen la oportunidad de recorrerlo. Qué privilegio poder hacerlo!! Gracias por estar ahí.
Un abrazo 🤗
Vaya historión!!,
ResponderEliminarAlguna vez busqué por qué la farmacia tiene el símbolo este de la serpiente enroscada, hace muucho tiempo, pero las otras leyendas no las conocía.
La verdad es que si lo piensas, estos bichejillos dan para mucha historia y leyenda, sobre todo infernal, que no?
Gracias por contarnos!!
Un abrazo viperino!!
Hola, Finil. La serpiente es un símbolo con tanta carga mitológica y cultural que es imposible no fascinarse con todas sus historias. Menuda trayectoria ha tenido este reptil en nuestras creencias 🤷🏻♀️🐍
EliminarY sí, tienen ese aire de misterio y peligro que da pie a muchísimas leyendas, algunas bastante infernales, como tú dices. Aunque también tienen su lado protector y de renovación, según la mitología.
Gracias por pasarte y comentar. Un abrazo... sin escamas 🤗 💚
¡Beatriz! Me encanta meterme así de lleno en la simbología. Me parece maravilloso cómo hilas los distintos significados de la serpiente: lo curativo, lo destructor, lo que renace y lo que amenaza… Todo está ahí, vibrando en esa ambivalencia tan potente que tiene el símbolo.
ResponderEliminarMe ha gustado ese viaje de Esculapio y su vínculo con el conocimiento vedado, el castigo divino y la alquimia de la vida y la muerte. Pero también la parte africana, menos conocida, donde la serpiente no es solo poder, sino equilibrio y sostén del mundo. Esa imagen de la Tierra descansando sobre un cuerpo reptiliano me parece bellísima y muy reveladora.
¡Un abrazo, compañera!
Hola, Miguel. Qué alegría verte por aquí de nuevo!!
EliminarLa serpiente es un símbolo poderoso, precisamente por su ambivalencia: sanadora y destructora, guardiana del conocimiento y, en ocasiones, portadora de castigo. Su capacidad de transformación y su misterio la hacen fascinante, y en cada cultura adopta un matiz único, pero siempre con una presencia profunda y poderosa.
La visión africana es especialmente interesante, porque a diferencia de otros relatos donde la serpiente es amenaza o sabiduría, aquí se convierte en el sostén del mundo y eso, desde mi punto de vista, aumenta todavía más su importancia, su relevancia.
Gracias por pasarte y comentar. Un abrazo grande 🤗
¡Súper interesante información! Me ha encantado todo lo que nos has presentado, sobre todo el mito de Esculapio que explica el símbolo que todos asociamos con la medicina.
ResponderEliminarBueno, solo para complementar, también en mesoamérica la figura de la serpiente era muy simbólica. Representaba tanto la dualidad de la vida como las fuerzas cósmicas, se encuentra presente en diversas manifestaciones culturales, religiosas y artísticas a lo largo de la región. (Mayas, mexicas, olmecas, etc.)
Gracias por la lección de historia. Abrazo fuerte.
Hola, Ana. Muchas gracias por tu comentario. Me encanta ver cómo el conocimiento se enriquece con aportaciones como la tuya. La simbología de la serpiente en Mesoamérica es fascinante, con su papel en la cosmovisión de tantas culturas. No sé mucho al respecto, la verdad, pero me viene a la mente Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, que creo que representa la unión entre lo terrenal y lo divino, además de ser el dios del conocimiento y la creación. A ver si te animas y escribes un artículo sobre este tema, sería muy interesante 😁
EliminarGracias por tu aportación. Un abrazo fuerte también para ti 🤗