Mesopotamia significa en griego “entre los ríos”, y estaba situada entre los ríos Tigris y Éufrates. Conoció momentos de gran esplendor, allí nacieron las primeras civilizaciones y se sitúa el origen de la escritura. Actualmente ocupa parte de Irak y Siria.
La mitología mesopotámica
En aquellos años, el modo en el que vivían los dioses no era muy diferente a como lo hacían las personas. Uno de los dioses sumerios más importantes era An, un ser dominante y frío que manejaba a su antojo el destino de la humanidad. Según estos mitos, la raza humana se concibió para que realizara los trabajos más molestos y, de ese modo, librar a los dioses de su carga.
Otra deidad era Gula, hija del dios An, se la consideraba la diosa de la medicina y la sanación. Se la asociaba a los perros, posiblemente por el tema de la rabia canina, y siempre se la representa junto a este animal. En aquella época se sabía que la enfermedad de la rabia se transmitía a las personas al sufrir la mordedura de un perro, y pensaban que ese suceso propiciaba que penetraran en el cuerpo multitud de diminutos canes que desarrollaban la enfermedad en el ser humano.
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Losa con el perro de la diosa Gula |
Otra deidad era Gula, hija del dios An, se la consideraba la diosa de la medicina y la sanación. Se la asociaba a los perros, posiblemente por el tema de la rabia canina, y siempre se la representa junto a este animal. En aquella época se sabía que la enfermedad de la rabia se transmitía a las personas al sufrir la mordedura de un perro, y pensaban que ese suceso propiciaba que penetraran en el cuerpo multitud de diminutos canes que desarrollaban la enfermedad en el ser humano.
Isin era la ciudad sumeria de la diosa Gula, donde se erigía su templo más importante, el E-galmah. Allí vivían multitud de perros, que a su muerte eran sepultados en el mismo santuario en el que había transcurrido su vida.
Los babilonios pensaban que esta diosa era tan poderosa que podía provocar tempestades y terremotos.
Los babilonios pensaban que esta diosa era tan poderosa que podía provocar tempestades y terremotos.
La mujer en Mesopotamia
Aquella era una sociedad patriarcal como la mayoría, y la mujer vivía supeditada a los deseos del varón. De hecho, hay constancia de la existencia de literatura tremendamente misógina, que va quedando en el olvido al tiempo que la mujer está cada vez más confinada en el hogar y pendiente de las tareas "típicamente femeninas".
Durante ese largo periodo hay momentos en que la mujer posee más libertad, libertad que va perdiendo cuando el poder militar va adquiriendo cada vez más preponderancia. En los periodos más tempranos las mujeres eran libres de comprar y vender, poseer propiedades propias, ocuparse de asuntos legales cuando sus maridos estaban ausentes y hacer negocios. Pero todos estos "privilegios" los van perdiendo poco a poco.
La educación no se entendía como en la actualidad y pocas personas sabían leer, en su mayoría hombres. Aunque también algunas hijas de nobles recibían educación, si tenían la suerte de que su progenitor no hiciese demasiadas distinciones entre hijos e hijas. Sin embargo, no era muy popular que una mujer tuviese formación y cultura.
La educación no se entendía como en la actualidad y pocas personas sabían leer, en su mayoría hombres. Aunque también algunas hijas de nobles recibían educación, si tenían la suerte de que su progenitor no hiciese demasiadas distinciones entre hijos e hijas. Sin embargo, no era muy popular que una mujer tuviese formación y cultura.
Lo más frecuente era que las mujeres realizasen trabajos con el ganado, en el campo, como tejedoras, hilanderas y cerveceras. Después estaban las mujeres que tenían conocimientos de plantas y sabían cómo utilizarlas para curar o aliviar enfermedades, eran las típicas “brujas” que no tenían mucha aceptación en la sociedad mesopotámica.
También la prostitución se consideraba un trabajo y existían escritos en los que se detallaba la instrucción de una mujer para aprender dicho oficio, incluso la compensación económica que iba a recibir por sus futuros servicios.
El divorcio en Mesopotamia
El divorcio estaba permitido tanto para el hombre como para la mujer, pero para el varón todo era mucho más sencillo.
Un hombre podía pedir el divorcio, y no necesitaba dar razones para ello; mientras que si era la mujer la que daba el primer paso, debía intervenir la ley. Si la culpa de la separación era del marido, la mujer podía marcharse con los hijos a casa de su padre. Sin embargo, si era culpa suya, se quedaba sin nada y el marido podía incluso obligarla a ejercer de criada para él.
Un hombre podía pedir el divorcio, y no necesitaba dar razones para ello; mientras que si era la mujer la que daba el primer paso, debía intervenir la ley. Si la culpa de la separación era del marido, la mujer podía marcharse con los hijos a casa de su padre. Sin embargo, si era culpa suya, se quedaba sin nada y el marido podía incluso obligarla a ejercer de criada para él.
Pero existía otra prueba peor para demostrar la inocencia de la mujer, que consistía en que era arrojada al río y se decía que si era inocente los dioses de las aguas la salvarían, y si era culpable se ahogaría.
La reina Puduhepa
Algunas mujeres llegan a destacar en esa sociedad patriarcal, es el caso de la reina Puduhepa, que reinó en el siglo XIII a.C. Su padre era sacerdote de la diosa Ishtar, también conocida como Inanna, y su hija creció como sacerdotisa de la misma diosa. Se sabe que luchó junto a su progenitor en la Batalla de Qadesh.
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Portón de la diosa Ishtar/Inanna, representando a su león |
Dueña de una gran inteligencia y un enorme carisma, se convirtió en reina hitita al casarse con el rey Hattusili. Por los datos que se conservan, se piensa que gobernaba mano a mano con su marido, en lugar de quedarse en un segundo plano y dejar al rey tomar todas las decisiones importantes.
Cuando Hattusili fallece, comienza a reinar su hijo, Tudhaliya IV, pero Puduhepa conserva intacto todo su poder.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
Hola, Beatriz, me encanta la mitología, de cualquier procedencia. La mesopotámica no la conocía mucho. Pero, como dices, sociedad patriarcal, como siempre. Menos mal que alguna mujer destaca y la dejan destacar y, además, nos llega esa información a través de los siglos.
ResponderEliminarBuen artículo.
Un abrazo. :)
¡Hola, Beatriz!
ResponderEliminarQué interesante recorrido nos propones por esa Mesopotamia tantas veces contada desde lo masculino. Me ha gustado mucho cómo has entrelazado mitología, vida cotidiana y estructura social, sin perder de vista algo esencial: la situación de la mujer en un sistema patriarcal profundamente arraigado.
Esa contradicción que mencionas entre la existencia de diosas poderosas —como Gula o Inanna— y el rol cada vez más reducido que ocupaban las mujeres reales en la sociedad. Como si lo divino pudiera ser femenino, pero lo terrenal no. Y al leer todo esto no podía evitar hacerme una pregunta incómoda: ¿Cómo sería el mundo si, desde el origen de las civilizaciones, la mujer no hubiera sido sistemáticamente relegada, borrada, denigrada, silenciada o desposeída de sus logros?
¿Cuántos descubrimientos, teorías, obras, invenciones y formas de entender la vida se perdieron o fueron apropiadas? ¿Cuántas veces se atribuyó a un hombre lo que había nacido de una mente femenina brillante, condenada al anonimato?
Tu artículo no solo informa: invita a pensar en ese "qué hubiera pasado si..." que atraviesa toda la historia. Y esa es una de las cosas que más valoro: que las palabras no se queden en lo anecdótico, sino que nos muevan a mirar de nuevo lo que dábamos por asumido.
Gracias por este texto tan claro y revelador. Como siempre, me ha encantado leerte.
Un saludo, Miguel
Hola, Miguel. Muchas gracias por tus palabras. Esa contradicción entre las diosas poderosas y las mujeres reales, es algo que nos obliga, sin duda, a cuestionar el tipo de sociedades que ha creado el patriarcado, donde la mujer siempre ha estado relegada a un pequeño espacio del cual no podía escapar.
Eliminar¿Qué hubiera pasado si el talento de tantas mujeres no hubiese sido silenciado? ¿Qué mundo tendríamos en este siglo XXI? Pues lo triste es que no lo podemos saber, aunque siempre queda la esperanza de que el futuro sea diferente y que un mal paso no nos haga retroceder.
Te agradezco enormemente tus comentarios. Un abrazo desde este rincón de historia y palabras.
Hola Beatriz, todo lo relacionado con las civilizaciones antiguas me fascina y esta entrada no fue la excepción. Gracias por compartir cosas tan interesantes. Siempre, desde tiempos inmemoriales la mujer ha llevado las de perder (no en todas las culturas, tampoco hay que generalizar). La mujer es necesitada, es la fuente de vida, creadora de nuevos seres humanos y aún así, relegada sistemáticamente e incluso, odiada, como vemos hoy en día. Una entrada que invita a la reflexión. Saludos.
ResponderEliminarHola, Ana. Muchas gracias por leer y comentar esta entrada. Me alegra que te haya resultado interesante y que compartas esta pasión por las civilizaciones antiguas.
EliminarEs cierto, la mujer en la historia casi siempre ha sido relegada injustamente, a pesar de su papel esencial en la sociedad y en la vida misma. Es indudable que el conocimiento de civilizaciones pasadas, y de la historia en general, nos ayuda a entender el presente y a comprender el camino que nos ha llevado hasta aquí.
Espero seguir viéndote por este rincón de palabras e historia. Un abrazo!!
Buenas Beatriz!!
ResponderEliminarLo has dicho bien clarito y sin anestesia. La cultura mesopotámica, tenía sus templos, sus dioses y sus tablillas..pero de igualdad, ni una mísera inscripción.
Eso de tirarte al río para ver si eras inocente, suena a versión sumeria del "si flotas, bruja, si no, mártir".
Lo peor es que hay culturas modernas que ha cambiado el río por el telediario, pero siguen igual de felices juzgando.
Lo del patriarcado, llámalo como quieras: sistema, estructura, cosas de la época, me da igual el nombre. Me parece curioso..porque, lo que era injusto hace tropecientos años, sigue siéndolo hoy en día para alguna cultura. Y aunque lo maquillen con logos, conferencias, hashtags y toda la parafernalia de lenguaje moderno que han creado para quejarse...sigan sin hacer nada.
En fin el siglo XXI también tiene sus contradicciones. Perdón eh?, pero estos temas me producen chispazos en la sangre.
Un abrazo que haga época
Hola, Finil. Gracias por tu apasionado comentario, porque esos "chispazos en la sangre" a veces son necesarios para cuestionarse ciertas cosas y seguir avanzando.
ResponderEliminarLa humanidad sigue, en determinados aspectos, atrapada en una repetición constante de patrones injustos y tenemos todavía muchas asignaturas pendientes.
Tu mención a la prueba del río y la analogía con los juicios de brujas y los tribunales mediáticos de hoy me parece muy acertada. Cambiamos las herramientas, pero seguimos demasiado cómodos en el rol de jueces, olvidando que la verdadera justicia requiere empatía, introspección y acciones concretas que de verdad funcionen.
En cuanto al patriarcado, es un sistema que aún tenemos que desmontar pieza a pieza, y no me parece que vaya a ser para mañana.
Un abrazo que también deje huella.