La serpiente es un animal ambivalente, que ha encarnado significados opuestos en distintas culturas a lo largo del tiempo. En Occidente, su imagen se ha vinculado al mal y a la tentación, mientras que en Oriente representa la sabiduría y el renacimiento. Con su sinuoso movimiento, este enigmático reptil acompaña al ser humano en su tránsito hacia el inframundo y está estrechamente ligado a divinidades femeninas relacionadas con la naturaleza y la agricultura.